Los gatos urbanos, debido a su bajo nivel de actividad, dedican más tiempo a alimentarse y a su aseo. Esto supone una muda casi permanente, que aumenta la ingestión y formación de bolas de pelo que pueden provocar vómitos y trastornos digestivos.
La alimentación húmeda indoor estimula el tránsito intestinal y la eliminación del pelo ingerido. Previene el envejecimiento gracias a un complejo sinérgico de antioxidantes y además ayuda a mantener el peso óptimo adaptado a su bajo nivel de actividad gracias a un aporte calórico moderado.