La fitoesfingosina repara la barrera cutánea y además tiene acción antiinflamatoria, antibacteriana y antiseborréica, por lo que es clave en el mantenimiento de ese frágil ecosistema. Su falta se asocia con ciertas alteraciones de la epidermis como un aumento de brotes de dematitis alérgicas, dermatitis seborreica y sobrecrecimiento de bacterias y levaduras.